Preparación para recibir el masaje
Cada vez que sentimos alguna molestia física, dolores, malestar, contracturas, tensión, sentimos la necesidad de tomar una sesión de masajes. Estas contracturas que se formaron por largos periodos de tensión y producen dolor, queremos quitarlas y aliviar inmediatamente, creemos que el masajista va a solucionar de inmediato, en la sesión, nuestro malestar. Y si, podría ser, no estamos errados en pensarlo, tal vez no será de una sola vez pero seguramente que solo con la primera sesión nos sentiremos bastante aliviados.
Propongo algo diferente, algún día, en que nos levantemos muy bien, descansados, alegres de empezar el día, sin ninguna molestia por haber dormido mal, muy relajados, sin tensiones; esos momentos en que decimos “Este es uno de mis mejores días!”, justo ahí, decidir tomar una sesión de masajes. Por que? Porque es justo ese momento cuando mejor lo disfrutaremos, cuando mejor lo aprovecharemos, será como un festejo por sentirnos tan bien, como un agasajo a nosotros mismos.
Tengo un par de clientes, hombre y mujer, que así lo hacen, y es increíble como disfrutan de ese momento, de entrega total y sin apuros. Realmente vale la pena.
También haré hincapié en los momentos pre y pos masajes también de mucha importancia para la eficacia y continuidad del bienestar producido. Antes que nada, una buena ducha, higienizarse muy bien, en lo posible con esponjas o guantes de crin, esto permitirá arrastrar tejido muerto y estimular la circulación, la piel queda libre para recibir la aplicación de aceites o cremas en la sesión. Estos aceites o cremas, muchas veces tienen otros beneficios además de servir y ayudar como deslizantes en los pases, sirven como base y trasporte para la aplicación de otros productos específicos como los aceites esenciales en aromaterapia, o los indicados para un tratamiento especial. Como la piel ya fue preparada previamente en el baño, estos elementos serán fácilmente absorbidos.
Al finalizar la sesión de masajes, es muy conveniente permanecer unos minutos mas tendidos en la camilla o colchoneta, dejando que el cuerpo vaya recuperando su estado normal, acompañando con respiración profunda y así recuperar el ritmo normal . Muchas personas van a ducharse inmediatamente después de recibir el masaje “para sacarse la crema o el aceite”, entonces esto de nada sirve para cumplir con el fin de nutrición que tienen estos elementos. Tal vez no guste la sensación de untuosidad en el cuerpo, pero eso se soluciona quitando un poco el exceso con papel absorbente.
Lo importante es que cada vez que recibamos masajes, nos preparemos para ello, seamos concientes de la importancia que tiene y así prolongaremos los beneficios por mas tiempo hasta la próxima sesión.