martes, 5 de mayo de 2009

Ambientacion


El Ambiente Ideal
En la práctica del masaje hay algo que influye muchísimo en quien lo da y mucho más en quien lo recibe y es justamente la ambientación. En el gabinete, en casa particular, en el sitio donde se vaya a hacer la sesión de masajes, la ambientación es fundamental.

Acá intervienen prácticamente todos los sentidos, los cuales deben ser estimulados favorablemente, invitándonos al confort, al relax y al bienestar. Buena disposición de los objetos a utilizar, se utilice camilla o colchoneta, higiene, sobriedad, luz y temperatura apropiadas, discretamente perfumado con lámpara de aceites esenciales o sahumerio y música ambiental suave. Esto ya aporta un buen porcentaje de éxito en la sesión.

Todavía tengo la imagen de esos lugares amplios, fríos, con camillas fijas de madera, con grandes lámparas de luz blanca directa y el masajista robusto de remera blanca ajustada y una toalla en el cuello haciendo esos masajes totalmente técnicos y prácticamente sin comunicación de contacto. Creería que esto ya forma parte del pasado, hoy esto ha cambiado inclusive la imagen personal del profesional.

Cuando el masaje se va a dar en un domicilio particular, es necesario que también se tengan en cuenta todos estos aspectos en lo posible.

Una persona que va a tomar una sesión de masajes ya no tiene la idea de un consultorio medico ni de un lugar aislado en un gimnasio, sino de acudir a un lugar confortable y calido atendido por un profesional que le inspire confianza.

Uno de mis maestros de masaje oriental decía: “La persona que ofrece el masaje debe ver a quien lo recibe como a un soberano de quien se tiene el honor y el respeto de dar el masaje”. Esto refleja la dedicación del masajista.

Esto es simplemente a modo ilustrativo, una observación de ambientación del lugar donde se ofrece el masaje, el cual esta íntimamente ligado al profesionalismo.